domingo, 16 de octubre de 2016

¿LA SOLUCIÓN ESTÁ EN NUESTRAS MANOS?

 
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 El coltán es una mezcla de minerales tan valiosa y escasa que ha provocado el mayor número de muertes después de la Segunda Guerra Mundial (5,5 millones de personas) en una guerra que comenzó en 1998, cuando el ejército ruandés, con el pretexto de proteger a la población tutsi del Congo ( Consecuencia del Genocidio de Ruanda), invadió el país, y hoy en día se disfraza de rebeldes para conseguir el control de los grandes yacimientos de estos minerales que posee la zona.
   La razón de que este mineral sea tan ansiado por todos hasta el punto de cometer tal atrocidad, es que el coltán es utilizado para la fabricación de las llamadas “nuevas tecnologías”, como los móviles, las pantallas de plasma, los Gps, las videoconsolas, cámaras de fotos, instrumental médico, e incluso armas.
  
   Pero, ¿Cómo es posible que en el país en el que se concentra el 80% de reservas del mundo de un recurso tan valioso, todos se enriquezcan menos los propios congoleños?
La respuesta es la corrupción tan extendida que hay en el país, que provoca que la mayor parte del coltán se venda mediante contrabando, por lo que encontramos un país descontrolado en el que las mismas personas antes llamadas “rebeldes”, que aterrorizaban a la población asesinando a inocentes, violando a las mujeres y cometiendo atrocidades, son las mismas que controlan las explotaciones de las minas. 



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   La respuesta es la corrupción tan extendida que hay en el país, que provoca que la mayor parte del coltan se venda mediante contrabando por lo que encontramos un país descontrolado en el que las mismas personas antes llamadas “rebeldes”, que aterrorizaban a la población asesinando a inocentes, violando a las mujeres y cometiendo atrocidades, son las mismas que controlan las explotaciones de las minas.
El conflicto no es solo interno, también podemos achacar este problema a las industrias del primer mundo que no solo permiten que todo esto ocurra, sino que aprovechan esta situación para contribuir al contrabando y todas las ilegalidades que se están cometiendo. Ya no solo el número de muertes causadas por esta guerra, también debemos sumarle todas las personas que han muerto explotadas en las minas a causa de los trabajos forzosos o de respirar gases carbónicos, además de las demás violaciones de derechos humanos que se están produciendo.
Las Naciones unidas lleva años interviniendo en el conflicto de forma indirecta mediante La MONUSCO, misión de paz que lleva a cabo en el Congo. Aunque es públicamente cuestionado por los congoleños, algo que se puede corroborar ya que La ONU ha tenido que reconocer al menos en una ocasión que ha fallado en su misión de proteger a la población.
La conclusión es que si no logramos parar el tráfico ilegal de minerales no podremos parar los asesinatos y violaciones de los derechos humanos que se están produciendo en el Congo y de una forma o de otra es posible que poner fin a todo esto esté en nuestras manos.




                                                                   Video original aquí                                                  


Información obtenida del programa "en tierra hostil".

                                                                                                                   Entrada creada por Isabel.

   

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